María es una persona profundamente comprometida con la diversidad y la igualdad. Se siente a gusto con las posturas socioliberal, socialdemócrata y socialcristiana, una combinación que refleja sus creencias en la justicia social y la defensa de los derechos humanos, especialmente los de la comunidad LGTBI. Como mujer trans y bisexual, María defiende con firmeza la inclusión y la equidad en todos los aspectos de la vida, pues cada persona tiene derecho a vivir su identidad y amor sin miedo ni discriminación.

Sus creencias políticas y filosóficas le llevan a buscar un equilibrio entre el bienestar social y una economía libre, sin perder de vista el respeto a las tradiciones y la importancia del diálogo entre culturas y creencias. A pesar de ser católica, María está convencida de que la tolerancia y el entendimiento mutuo son esenciales para una sociedad justa y armoniosa.

A largo plazo el sueño de María es ser profesora de Historia de la Cultura de las Religiones. Le apasiona el estudio de las religiones y sus influencias en las sociedades, y cree que enseñar sobre ello es una forma de fomentar el respeto y la comprensión entre las diferentes creencias del mundo.

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