Recuperación sostenible mediante presupuestos Europeos
Declaración de Damian Boeselager (Diputado del parlamento europeo por Volt Europa/Verdes EFA, ponente alternativo para el RSP/BICC en el Comité de presupuestos
Propuesta sobre cómo transformar el presupuesto de la Eurozona (RSP/BICC) en un instrumento clave para un recuperación sostenible y que mejore la resiliencia de nuestras sociedades ante shocks futuros.
La enorme disrupción económica y social que ha causado le epidemia de COVID-19 sitúa a los gobiernos frente a un doble dilema. Tienen que iniciar una recuperación económica rápida y sostenible y tienen que invertir en la resiliencia de nuestras economías, sociedades y administraciones ante shocks futuros. Esta pandemia ha demostrado que la preparación ante una crisis de los sistemas sanitarios públicos, de los gobiernos para proporcionar ayuda a corto plazo y de las empresas para asegurar su continuidad ha sido insuficiente en muchos lugares de Europa. Sin embargo, esta resiliencia es de vital importancia, no solo para evitar pandemias sino también para la reacción ante desastres naturales y crisis hídricas o alimentarias, especialmente en una situación de cambio climático.
Muchos países de la Unión Europea no van a poder responder a estos desafíos por ellos mismos. Las enormes iniciativas fiscales que se han activado para responder a la covid-19 están causando incrementos drásticos en los niveles de deuda pública. La reducción de los ingresos por impuestos reducirá los márgenes de maniobra fiscal. Es insensato pensar que esta dinámica afectará solamente a algunos países de la UE – la lucha contra esta crisis excede la capacidad de cualquier país y requiere por tanto una respuesta europea.
Las medidas iniciales del Consejo que se acordaron en la reunión de ayer son bienvenidas y me satisface que la Comisión vaya a tener en cuenta la resiliencia al shock en su plan para la recuperación, sin embargo, dudo que la envergadura del plan sea suficiente para ser eficaz.
Se ha mencionado el RSP (incluyendo el BICC y el CRI) como un instrumento potencial del paquete de medidas de recuperación de la Comisión. Es cierto que el RSP puede proporcionar una estructura eficiente para la financiación de reformas e inversiones gubernamentales en una recuperación sostenible y una mayor resiliencia de acuerdo con las prioridades de financiación de UE. Sin embargo, solo puede resultar eficaz frente a los retos inminentes si cumple con las siguientes condiciones:
Su alcance se tiene que extender a inversiones para una recuperación sostenible y reformas encaminadas a aumentar la resiliencia, junto con su énfasis inicial en reformas económicas estructurales.
La gestión de las prioridades de gasto tiene que superar los constantes conflictos internos del Consejo y tiene que ser democrática y consensuada bilateralmente por el Consejo y el Parlamento europeo.
Los fondos deben ser flexibles y deben poder ser utilizados dónde más se necesite en lugar de estar sujetos a cuotas nacionales y “juste retour”.
Su tamaño tiene que estar en correspondencia con su tarea: Se necesitan 200.000 millones € o más para financiar reformas que refuercen la resiliencia y para inversiones para la recuperación.
Para distribuir la carga, los fondos se deberían recaudar a través de bonos de recuperación económica con garantías y servicio de deuda financiados a través de un aumento significativo en los recursos propios de le UE. El rol de un ministro europeo de finanzas y economía y un Tesoro de la UE sería crucial para asegurar la efectividad, flexibilidad y gestión democrática de estos bonos.
Declaraciones de Damian Boeselager:
“La reactivación del RSP/BICC es un herramienta importante para superar esta excepcional crisis pero solamente si su alcance se amplia para incluir inversiones en construir resiliencia y recuperación sostenible, si su envergadura es suficiente para su propósito y si sus fondos se destinan allá donde se necesitan. Un programa así tiene que ser gestionado y controlado democráticamente y por tanto debe regirse bilateralmente por el Parlamento y el Consejo.”
“ El BCE ha hecho su trabajo de política monetaria, ahora es el momento de que la UE utilice colectivamente herramientas fiscales para iniciar un enorme programa para una recuperación sostenible y para construir resiliencia ante los shocks. El RSP/BICC puede ser un instrumento para que esto suceda pero se tiene que hacer a la medida de este nuevo propósito.”
Detalles/antecedentes
Alcance
En su forma actual el Programa de apoyo a las reformas (RSP por sus siglas en inglés) y sus dos componentes principales el Instrumento presupuestario para la convergencia y competitividad (BICC por sus siglas en inglés) y el Instrumento de convergencia y reforma (CRI por sus siglas en inglés) están limitados a reformas estructurales definidas en el Semestre Europeo. Para hacer que este instrumento sea capaz de responder a los desafíos a los que se va a enfrentar la UE en los próximos años su alcance tiene que ser significativamente ampliado: (1) para financiar inversiones en una recuperación verde y (2) para reforzar la resiliencia económica, administrativa, institucional y social de los países para resistir shocks a larga escala (por ejemplo detección temprana, respuesta coordinada en caso de riesgo sustancial para la salud pública, soluciones para la continuidad de los servicios para las instituciones esenciales públicas y privadas, mejora de la capacidad de los gobiernos nacionales, regionales y locales para ayudar a los ciudadanos afectados por impactos inesperados en sus medios de vida).
Gestión
La definición periódica de orientaciones estratégicas para las reformas y las inversiones tiene que ser un proceso democrático y colaborativo que incluya propuestas de la Comisión y co-decisión del parlamento y el Consejo. Podría estar ligada, por ejemplo, al procedimiento presupuestario (anual). Alternativamente, se podrían adoptar una configuración plurianual de las orientaciones estratégicas (p. e. 2XMFF)
Flexibilidad
Los fondos se deben utilizar donde sea más necesario y donde la crisis sea más dura. La asignación pre-acordada por país debe alcanzar como máximo el 50% de los fondos y la asignación por país debe tener en cuenta la renta por cápita de la población. El resto tiene que ser distribuido en base al mérito de las reformas y de las inversiones propuestas. En principio se acepta la co-financiación pero debería reducirse en caso de recesión también durante el 2021 y el 2022.
Tamaño
Creemos que el tamaño total debe ser no menor a 200.000 millones € para cubrir todos sus objetivos en la UE. El tamaño del instrumento debe calibrarse en función de las necesidades actuales de recuperación. Mientras que la inversión en resiliencia requiere inversiones constantes durante toda la duración del programa, la recuperación requiere inversiones rápidas durante los próximos 2-3 años. Se debería contemplar una distribución anticipada del instrumento.
Volt España – Europa