La Europa que podemos ser
En este Día de Europa, celebremos la Europa que podemos ser. Una Europa en paz. Una Europa unida. Una Europa democrática.
11 de abril de 2024. Kiev. Pasamos las últimas horas de nuestra visita en el refugio antimisiles del Hotel Ucrania, un edificio imponente con vistas a la Plaza de la Independencia, protagonista de las protestas de 2014. La alarma comenzó a sonar a eso de las 3 de la mañana por un ataque devastador a unas instalaciones energéticas. Durante esas horas, fuimos testigos de un ataque a la infraestructura crítica de Ucrania. Un ataque que nos recordó, de la forma más vívida, que la agresión rusa no es solo una amenaza existencial para Ucrania, sino para toda la Unión Europea. Rusia pone en riesgo nuestra soberanía, nuestra democracia y nuestro sistema de valores. Es hora de que abramos los ojos a la realidad que nos rodea; que seamos conscientes de nuestras vulnerabilidades, pero también de nuestro potencial. En este Día de Europa, celebremos la Europa que podemos ser.
Una Europa en paz. La Unión Europea nació con el fin de promover la paz. Pero ese compromiso no puede limitarse a nuestras existentes fronteras. Ucrania, que es tan europea como cualquiera de los Estados miembros, también merece vivir en paz, y la Unión Europea puede hacerlo realidad. Más que nunca, necesitamos solidificar nuestro compromiso con la defensa colectiva y la protección de nuestras democracias frente a cualquier amenaza externa.
Una Europa unida. Cuando España entró en la Unión Europea en 1986, pasó a formar parte de un grupo en ampliación, que iba adaptándose y reformándose para poder sacar lo mejor de la diversidad de sus miembros. Igual que lo fue en su momento, una nueva ampliación de la Unión Europea hacia países que comparten nuestros valores es una oportunidad para fortalecer nuestra comunidad y extender los beneficios de la cooperación europea. Pero la unidad no solo implica una expansión geográfica, sino también una profunda reforma de nuestras estructuras y procesos de toma de decisiones para garantizar una mayor eficiencia y representatividad. Para que la UE siga trayendo paz y prosperidad, deberá reformarse.
Una Europa democrática. Las elecciones europeas, que están a la vuelta de la esquina, son la oportunidad para que millones de ciudadanos puedan decidir con su voto qué futuro quieren para nuestro continente. Sin embargo, en una Europa verdaderamente democrática, las elecciones europeas serían algo más que lo que son ahora, es decir, una elección completamente marcada por temas nacionales. Un debate europeo sobre nuestro futuro colectivo es fundamental para generar una mayor conciencia de nuestra pertenencia a la Unión Europa, para fortalecer el vínculo con nuestros representantes y nuestras instituciones, y para generar una ciudadanía europea activa y comprometida.
La Unión Europea se enfrenta a grandes desafíos, pero también posee un potencial inmenso para liderar en la promoción de la paz, la unidad y la democracia. Ahora más que nunca, debemos comprometernos a construir la Europa que queremos ver, una Europa que no solo sea un proyecto político, sino también un ejemplo para el resto del mundo.