Mi nombre es Laurens Dassen, nací en Eindhoven y crecí en un pequeño pueblo de Brabante, Knegsel.
Después de estudiar Administración de Empresas en Nijmegen, acabé en Amsterdam. Vivo aquí con mi novia y trabajo a tiempo completo para Volt desde hace dos años y medio, ¿por qué?
Es hora de que Europa trabaje para todos y todas, por un futuro mejor. Para lograrlo necesitamos una Europa social, sostenible y democrática. Los desafíos actuales, el clima, la migración, la seguridad y la desigualdad social, requieren soluciones transfronterizas. Esto requiere una política que conecte a las personas, entre generaciones, culturas y países, y con la naturaleza. Eso requiere Volt.
Antes de unirme a Volt, me preocupaba el creciente nacionalismo y populismo como el Brexit y Trump, pero también el surgimiento de partidos dentro y fuera del país que prosperan gracias al miedo y la polarización. Mientras tanto, vivimos en un mundo en el que nos enfrentamos a desafíos que van mucho más allá de nuestro país y que sólo podemos abordar junto con otros. En el momento en que leí sobre la nueva energía de Volt, una generación joven que quería fundar un partido europeo, me entusiasmé inmediatamente.
Es hora de que haya una nueva voz en la política y es hora de actuar. Si nos atrevemos a trabajar juntos más allá de las fronteras nacionales, podemos convertir los desafíos del siglo XXI en oportunidades. Si nos atrevemos a soñar, podemos detener la crisis climática y crear un entorno de vida limpio. Entonces podremos recibir a los refugiados de una manera humana. Entonces podremos proteger nuestra democracia y el Estado de derecho. Luego invertimos en educación. Entonces, juntos podremos garantizar que todos se beneficien del progreso económico.
Si haces lo que hiciste, obtendrás lo que tienes. Se acabó el tiempo de quedarse quieto. Junto con todos los Volters en los Países Bajos y en el extranjero, estoy comprometido con un futuro mejor. Ya lo estamos haciendo desde varios parlamentos. Es la hora de Volt.
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Volt se compromete a defender los valores europeos. El poder político sin ley no tiene lugar en Europa.