Hacia unas Fuerzas Armadas Europeas
La situación que está viviendo Afganistán desde que el presidente Joe Biden anunciara la retirada de tropas estadounidenses del país ha ido empeorando progresivamente, hasta convertirse en crítica. Veinte años después, las tropas internacionales se marchan dejando al país sumido en el caos. Es hora de preguntarnos qué se hizo mal, pero sobre todo, qué podemos hacer para asegurar que una situación similar no se produzca de nuevo.
¿Qué podemos aprender de este fracaso?
Si algo ha aprendido o debería aprender la Unión Europea de este experimento fallido de Estados Unidos y sus aliados de la OTAN, es que su poder militar y el de sus Estados Miembros no debe estar supeditado al de otra potencia mundial. Es el momento de avanzar hacia la autonomía estratégica de la Unión, y, ahora más que nunca, es evidente que para conseguirlo se deben comenzar a desarrollar unas Fuerzas Armadas Europeas.
Uno de los elementos que se introdujeron con la firma del Tratado de Lisboa fue el de la Cooperación Estructurada Permanente, un mecanismo que permite a los Estados Miembros incrementar la cooperación en materias de seguridad y defensa. Además, hay otros organismos que se encargan de la seguridad y la defensa de la Unión. Es el caso de FRONTEX, que asegura el control de sus fronteras externas, o la Agencia Europea de Defensa (AED), creada en 2004 para facilitar la cooperación entre los Estados miembros de la UE. Existe también el Eurocorps, integrado por una parte de los Estados Miembros o el Estado Mayor de la Unión Europea.
De la cooperación a la integración
Todos estos mecanismos y organismos tienen una finalidad común: incrementar la cooperación. Desde Volt Europa proponemos ir un paso más allá. Dentro de las medidas que proponemos para reformar la UE, creemos que la mejor medida que se puede tomar es alejándonos de un modelo de cooperación e ir hacia uno de integración; como defendemos en nuestro MoP*. En un mundo cada vez más multipolar, con más amenazas a las que hacer frente, es fundamental que la UE tenga la capacidad de movilizar un operativo militar para actuar de manera rápida y conjunta. Creando unas Fuerzas Armadas Europeas se conseguiría un sistema más efectivo, más eficiente y menos costoso.
La integración de las fuerzas armadas de los Estados Miembros supone varias ventajas. Una de las más relevantes es que permitiría evitar la duplicidad en equipamiento militar, disminuyendo así el gasto en defensa, al evitar la compra individual de material logístico y armamentístico. Por otra parte, permite funcionar de forma más eficaz, haciendo que la resolución de los posibles problemas a los que se enfrente la Unión pueda hacerse de manera más rápida y efectiva. Otra de las ventajas es el aporte de estas Fuerzas Armadas Europeas al sentimiento europeísta, ayudando a los ciudadanos de la Unión a tener un elemento unificador. Finalmente, un ejército europeo contribuiría a un incremento del peso político y militar de la Unión Europea en la escena global, y permitiría una cooperación más igualitaria con otras potencias mundiales y organizaciones tales como la OTAN.
La relación con la OTAN
Es importante ahondar en la relación que estas Fuerzas Armadas Europeas tendrían con la OTAN. Lejos de querer debilitar el rol de la Alianza Atlántica, el objetivo es precisamente el contrario. Ambas estructuras son perfectamente compatibles, e incluso se beneficiarían mutuamente. En Volt Europa consideramos que los Estados Miembros que pertenecen a la OTAN deben incrementar su compromiso con la organización y ponerse así a la misma altura y posición que Estados Unidos. Es importante que se obtenga una relación de igualdad dentro de la misma, para asegurar que no exista una dependencia de Estados Unidos.
El desarrollo de unas Fuerzas Armadas Europeas proveería a la Unión Europea de la capacidad para tomar decisiones propias, independientemente de aquellas que sean asumidas por la OTAN o EEUU. En situaciones como la que se ha vivido en Afganistán, la UE hubiese tenido mayor independencia, y su rol en la guerra no hubiese estado supeditado a las decisiones de los sucesivos presidentes estadounidenses, lo que le hubiese conferido una mayor autonomía para hacer frente a la situación.
*MoP: Página 222 EU Reform: Integrated European Defence Forces