Postura de Volt Europa sobre la situación en Afganistán
La UE debe tomar medidas urgentes para hacer frente a la crisis humanitaria en Afganistán, salvar y proteger las vidas de los afganos y condenar las crecientes violaciones al derecho internacional humanitario.
Trabajando conjuntamente con los Estados miembros, la Comisión Europea y el Consejo, la UE debe garantizar la evacuación inmediata y la protección de las personas en riesgo de persecución. Además, la UE debe prestar apoyo a los refugiados en los países vecinos, coordinar el reasentamiento de manera global, garantizar el acceso a la protección de los refugiados y proporcionar asistencia humanitaria a los necesitados en Afganistán y sus alrededores.
Contexto y antecedentes
En las últimas semanas, el mundo ha sido testigo de horribles escenas en Afganistán, tras la apreciación de las consecuencias de la toma del poder por parte de los talibanes en detrimento del gobierno afgano. Las imágenes de personas desesperadas tratando de abandonar el país son una página oscura en la historia del mundo.
Mientras Afganistán se encamina hacia un futuro incierto, requiere que la UE proteja a los civiles afganos en peligro, entre ellos: mujeres y niñas, intérpretes locales, personal de embajadas, empleados de grupos de la sociedad civil nacionales y con financiación extranjera, activistas y defensores de los derechos humanos, especialmente los que se centran en los derechos de las mujeres, que están en una posición más vulnerable en este contexto, periodistas, académicos y escritores, así como sus familias. Las minorías étnicas y los musulmanes chiítas son también personas en peligro. La incertidumbre sobre el futuro del país crea miles de desplazados internos y un gran número de refugiados, más allá de la estimación de la ONU de 250.000 refugiados afganos, que ya han huido de sus hogares desde el pasado mes de mayo.
Nuestras principales demandas
La UE y sus Estados Miembros deben garantizar urgentemente un enfoque coordinado en cooperación con la OTAN para:
Garantizar la rápida evacuación de las personas en situación de riesgo y sus familias, intérpretes locales, personal de embajadas, empleados de grupos de la sociedad civil nacionales y con financiación extranjera, activistas y defensores de los derechos humanos y de las mujeres, periodistas, académicos y escritores, así como sus familias; y garantizar un camino seguro a los aeropuertos donde se realicen las evacuaciones.
Prestar apoyo a los refugiados en los países vecinos mediante ayuda humanitaria y de desarrollo. Los países que rodean a Afganistán tendrán que hacer frente a un gran aumento del número de refugiados. Pedimos a la UE que aumente la ayuda humanitaria a los países vecinos, con el fin de ayudarles en la acogida de los refugiados y garantizarles el acceso a las necesidades básicas, así como a la educación y la atención sanitaria. Al mismo tiempo, la pandemia también puede actuar como un multiplicador de la amenaza y exacerbar las ya precarias condiciones de los refugiados afganos. Por ello, hacemos un llamamiento a la UE para que integre en sus fondos humanitarios disposiciones específicas sobre la COVID-19, como el acceso a la información sobre la misma a la población desplazada y la integración del suministro de equipo de protección individual.
Establecer una coordinación global en materia de reasentamiento. Hacemos un llamamiento a la cooperación y coordinación mundial entre los países, a través de una conferencia internacional de compromisos sobre reasentamiento organizada por el ACNUR. Siguiendo el ejemplo de Canadá y el Reino Unido, que ya se han comprometido a recibir a 20.000 refugiados afganos, pedimos a la UE que establezca un compromiso ambicioso para 2021. Los municipios de acogida de la UE deberían participar y poder comprometerse en función de su capacidad y voluntad.
Garantizar el acceso a la protección de los refugiados en las fronteras de la UE y fuera de ellas mediante vías seguras. La inestabilidad en Afganistán podría provocar un aumento de las llegadas de afganos a las fronteras de la UE. Para evitar que las personas tomen rutas irregulares y peligrosas, y garantizar que se desarrollen otras vías seguras más allá del reasentamiento, los Estados Miembros deberían expedir visados humanitarios a los afganos en situación de riesgo. Para facilitar el acceso seguro al asilo, los Estados Miembros deberían considerar la posibilidad de permitir las solicitudes de protección internacional ante las embajadas y consulados. Si las llegadas se producen en gran número, la UE puede activar la Directiva de Protección Temporal, que proporcionaría un estatus de protección grupal prima facie a los solicitantes afganos.
Poner fin inmediatamente a los retornos forzosos a Afganistán, ya que está claro que Afganistán no es un país seguro al que regresar y probablemente no lo será durante muchos años. La UE debería instar a los Estados Miembros a poner fin a esta práctica.
Proporcionar asistencia humanitaria, especialmente a los desplazados internos. Pedimos a la UE y a los Estados miembros que establezcan un enfoque coordinado para la prestación de asistencia humanitaria a las organizaciones de la sociedad civil en Afganistán y a todos los actores de los países vecinos para promover las necesidades de derechos humanos y preservar los logros de los últimos 20 años. La ayuda humanitaria y al desarrollo debe estar condicionada al respeto de los derechos humanos, incluidos los derechos de las mujeres, y al respeto de las minorías.
Proteger a las mujeres y las niñas y promover los derechos humanos y de la mujer. Tenemos que garantizar que las mujeres y las niñas mantienen el acceso a los derechos básicos, incluido el acceso a la educación, la salud, la libertad de movimiento, el trabajo y la participación política y social. Pedimos que se establezca un mecanismo de supervisión de los derechos humanos bajo los auspicios de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU, basándose en la misión ya existente de la ONU en Afganistán, con un mandato claro para evaluar y supervisar la situación sobre el terreno. La UE y sus Estados Miembros deben apoyar la labor del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en la protección y el restablecimiento de la igualdad de género y los derechos humanos.