Vivienda

La vivienda como derecho, no como privilegio.

La vivienda es la base de una vida digna: un lugar donde estar seguro, estudiar, trabajar, formar una familia y vivir y prosperar en paz. Pero en España, tener un hogar se ha convertido en un lujo al alcance de muy pocos.

Hoy los alquileres abusivos impiden emanciparse, comprar una casa es casi imposible, y somos de los países europeos con menos vivienda pública.

Mientras tanto, los especuladores tratan el ladrillo como un casino y los gobiernos se cruzan de brazos, dejando a las nuevas generaciones un futuro hipotecado aprovechando los beneficios que dan los precios de la vivienda con sus precios inflados.

Vivienda

La crisis de vivienda no es solo que falten casas. También es:

  • Miles de pisos vacíos mientras millones buscan un simple techo.

  • Nueva construcción limitada y con precios de lujo pensada solo para el beneficio económico, no para el beneficio social.

  • Ayudas al alquiler que inflan precios en lugar de bajarlos.

  • Viviendas públicas pagadas entre todos que terminan en el mercado privado. Alimentando la especulación con el dinero de todos.

  • Un sistema que trata la vivienda como mercancía, no como un derecho fundamental.

Volt propone soluciones que ya funcionan en Europa: un parque público de vivienda permanente, impuestos que desincentiven la especulación y un mercado que garantice hogares asequibles y seguros para todos. Porque sin vivienda no hay libertad, y sin libertad real no hay democracia.

Acordeón de 5 botones

Medidas clave

El problema: En España, las llamadas “Viviendas de Protección Oficial” (VPO) han sido más un parche que una solución:
- Se pagan con dinero público pero acaban en el mercado privado.
- Terminan revendidas y convertidas en negocio para especuladores.
- Y el parque público desaparece en lugar de crecer.

El resultado: miles de familias y jóvenes quedan sin opción a un alquiler estable y asequible, mientras el dinero público acaba engordando el mercado privado.

Nuestra solución: Con Volt cambiamos las VPO y crearemos la Vivienda Pública Social (VPS): viviendas en alquiler asequible:
- Nunca se venden ni se privatizan.
- Se convierten en patrimonio colectivo para siempre.
- Cada euro invertido sirve para dar hogar a generaciones presentes y futuras.

Como ya ocurre en ciudades europeas como Viena, el parque público crecerá año tras año en lugar de evaporarse. Así aseguramos que la vivienda deje de ser un privilegio y pase a ser un derecho real.

El problema: Aunque los partidos políticos españoles se financian con dinero público de todos nosotros, ese dinero se reparte de forma automática según el tamaño de cada partido. Estas leyes están hechas para beneficiar siempre a los más grandes y quitar reducir la rendición de cuentas ante los ciudadanos.

Al mismo tiempo, los partidos también reciben grandes donaciones privadas que compran influencia y privilegios por quienes tienen más dinero y pueden pagar más.

El resultado: los ciudadanos pagan millones cada año a partidos que ni siquiera tienen que rendirles cuentas, mientras estos miran más a quienes financian sus campañas que a la ciudadanía a la que deberían servir.

Nuestra solución: Volt propone el Cheque de Igualdad Democrática (CID): cada ciudadano recibirá un cheque simbólico para distribuir los fondos públicos ya destinados a partidos, y decidirá libremente a qué partido asignarlo.

Esto mejora reglas para:
- Todos los partidos, grandes o pequeños, compiten en igualdad de condiciones.
- La rendición de cuentas deja de ser cada cuatro años y pasa a ser cada año: si un partido roba, engaña o incumple, puedes dejar de darle tu cheque.
- Obliga a los partidos a escuchar de verdad: si quieren tu apoyo, tienen que hablar contigo, convencerte y responder a lo que pide la ciudadanía.
- Se corta la dependencia de grandes donantes privados.
- Ahorro de dinero: se redistribuye lo que ya existe, pero con control ciudadano. Y sí no quieres asignarlo, se reinvierte en abaratar los procesos electorales.

Con el CID, la política deja de ser un privilegio de quienes más pueden pagar y se convierte en un contrato constante con la gente. El poder vuelve a las manos de los ciudadanos, donde siempre debió estar.

El problema: En España, pese a ser una democracia, los puestos más importantes desde el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) hasta la Fiscalía o los reguladores económicos se reparten como cromos entre partidos. Es decir, a dedo.

Y pese a las denuncias y avisos de la Unión Europea, es un problema cada vez mayor.

El resultado es muy preocupante:
- Bloqueos eternos en nombramientos clave.
- Órganos que deberían ser independientes convertidos en rehenes del juego político.
- Una justicia más lenta, menos justa y demasiado vulnerable a los intereses de los altos cargos políticos.

Es como dejar a los zorros a cargo del gallinero. Y al final lo pagamos todos: con instituciones que pierden credibilidad, con partidos enredados en peleas por el poder y con los problemas reales olvidados y sin resolverse.

Nuestra solución Con Volt, los altos cargos se elegirán por lo que han hecho y demostrado, no por el carné que lleven en el bolsillo.

Un sistema basado en trayectoria profesional, experiencia y méritos objetivos, supervisado por comités independientes.

Este modelo es el básico en otras democracias europeas, donde la justicia es más ágil, más imparcial y donde la gente confía mucho más en sus instituciones.

España merece lo mismo: una democracia donde los cargos públicos sirvan al bien común, no a los partidos y en la que podamos confiar plenamente.

El problema: En España, los contratos públicos, subvenciones y adjudicaciones se publican tarde, incompletos o escondidos en burocracia.

Eso abre la puerta a favoritismos, sobrecostes y redes clientelares que desvían dinero de todos hacia unos pocos.

Sin luz, la corrupción crece en la oscuridad que deja. Nuestra solución: Volt apuesta por un modelo de transparencia radical en tiempo real: cada contrato, cada adjudicación y cada euro de subvención será accesible al instante y en datos abiertos.

Pero no solo se trata de publicar: se trata de hacerlo útil. Por eso, la información estará organizada en tablas fáciles de comparar, con buscadores y plataformas virtuales inspiradas en modelos como el estonio, donde todo es accesible en segundos para cualquier ciudadano.

Esto significa:
- Que cualquiera pueda comprobar de un vistazo cuánto costó una obra o a quién se adjudicó un contrato.
- Que se acaben los contratos a dedo en emergencias o los sobrecostes en obras públicas.
- Que la ciudadanía pueda vigilar el dinero público como lo que es: suyo.

La luz es el mejor antídoto contra la corrupción. Con Volt, la transparencia será total, comprensible y accesible para todos.