Política de bienestar animal y tauromaquia
Los animales son seres sensibles. Volt es consciente de que los humanos comparten este planeta con otras formas de vida que deben coexistir juntas dentro de un ecosistema interdependiente. Volt se alinea con el principio de las Cinco Libertades adoptado por organizaciones reconocidas para la salud animal. El bienestar de los animales bajo control humano debe expresarse librándolos del hambre o la sed; de incomodidades; de dolor, lesiones o enfermedades; dándoles libertad para expresar patrones normales de comportamiento y, finalmente, liberándolos del miedo y la angustia.
Volt condena enérgicamente cualquier tipo de abuso indiscriminado al animal, que no debe ser tolerado y debe ser sancionado.
A este respecto, en nuestro Mapping of Policies se propone, entre otros:
– Condenar cualquier forma de sacrificio de animales que no incluya el aturdimiento y la inconsciencia, y abogar por formas estrictas de control.
– Volt se basa en las mejores prácticas desarrolladas por la Organización Mundial de Sanidad Animal y promueve además la prohibición de cualquier método de distracción, así como los métodos de restricción que funcionan a través de la electro-inmovilización o inmovilización por lesiones.
– Regular la caza como práctica deportiva (lo que debería ser en periodos concretos). El uso de las poblaciones silvestres como recursos debe ser supervisado y controlado de acuerdo con la salud de la población y su (s) ecosistema (s) asociado (s). Además, se deben tomar medidas estrictas contra la caza furtiva.
– Hacer cumplir la Directiva de la UE 2010/16 / UE para proteger a los animales utilizados con fines científicos o educativos. En este sentido, Volt apoya firmemente el principio de las Tres R: reducción en el número de animales, refinamiento de los métodos experimentales y reemplazo de animales con técnicas no animales.
– Se opone a la compra, detención y uso de animales salvajes con fines de exhibición y entretenimiento en cautiverio.
– Prohibir los animales salvajes en los circos, para garantizar la conservación de la biodiversidad, la prevención de enfermedades y la salud y seguridad públicas.
A este respecto, en distintos Estados de la Unión Europea y en diversos campos entendemos que aún se vulneran estos principios básicos expuestos, como en el uso meramente temático y turístico de caballos, la existencia de la tauromaquia, la importación y exportación de productos cuya procedencia y elaboración se sustenta en actos de tortura animal, el expolio y abandono de animales de caza y carreras, así como la importación ilegal de animales. Igualmente quedaría por realizar una regulación concreta sobre los festejos populares que conlleven la utilización de otros animales (vaquillas, terneros, etc.).
Siendo conscientes de que queda por hacer en estos aspectos, es intención de Volt posicionarse al respecto en lo referente a la tauromaquia.
POSICIÓN TAUROMAQUIA
En la Unión Europea sólo tres países celebran corridas de toros: Portugal, España y Francia.
Según el Eurobarómetro 442, “Actitudes de los europeos hacia el bienestar animal”, afirma que el 94% quiere más protección en el bienestar de los animales de granja. La sociedad está evolucionando para reconocer que estos animales son seres sensibles y que la cultura también debe alejarse de las prácticas que causan dolor y sufrimiento injustificados a los animales. Europa está cambiando rápidamente en la legalidad para abarcar más derechos de los animales. En algunos países europeos, los códigos civiles (por ejemplo, Portugal) tienen una tercera figura legal para definir a los animales, ya que no son Humanos ni objetos Más ciudadanos de la UE y jóvenes están cambiando sus hábitos hacia un estilo de vida no violento y esto también se refleja en las políticas que les atraen más compromiso, como los derechos de los animales, la nutrición basada en plantas y la ecología.
Por ello, buscamos concienciar en que no toda muestra de cultura, por el mero hecho de ser considerada como tal, es buena, cívica y respetuosa.
Nuestro punto de partida radica en nuestro Mapping Of Policies, en el cual se dispone que defendemos ”Garantizar el fin de las corridas de toros en la UE”.
Sin embargo, entendemos que estas prohibiciones no se pueden realizar sin un plan de reconversión progresiva y realista. No se puede realizar de una forma tajante e inmediata, dada la cantidad de familias que dependen de ello y el impacto económico que tiene.
Las argumentaciones a favor de la tauromaquia siguen tres líneas: ecológica (alegan mantener vivo el ecosistema de la dehesa a pesar de que las ganaderías ocupan un 12% de todo ese hábitat en España), la cultural (una ley la declaró patrimonio cultural en 2013) y la económica. Nos centraremos en la económica ya que incide, también, directamente en el ámbito laboral.
Así, en base a los informe de la ANOET y el Ministerio de Cultura y Deporte de España se extrae que la recaudación de las plazas aporta unos 200 millones de euros de riqueza anuales solo en lo referente a taquillas, con su correspondiente repercusión en el IVA (lo que supone una recaudación tres veces mayor a la del cine español, el doble que la de la música popular), solo superado, en cuanto a actividades culturales (incluso más que el teatro) por la recaudación que realiza el cine extranjero en taquilla.
Ello sin tener en cuenta el análisis de la aún mayor riqueza generada en los sectores implicados (turístico y agroganadero, en esencia). Por ejemplo, de los 19.882 festejos taurinos celebrados en España en 2017, tuvieron un impacto económico de 4.500 millones de euros, lo que supone un 0,36 por ciento del Producto Interior Bruto.
Por ello, teniendo en cuenta todos los sectores implicados, serían casi 10.000 puestos de trabajo directos (matadores, rejoneadores, novilleros, picaderos, etc.) y 200.000 puestos de indirectos en los que influye el sector taurino español, con su correspondiente tributación a la Seguridad Social, cerca de 12 millones de euros y su impacto en las familias a las que sustenta. Aun con todo, es patente que el sector taurino ha ido decayendo con el paso de los años.
En conclusión, la abolición de la tauromaquia tendrá consecuencias socioeconómicas sobre aquellas personas que dependan exclusivamente en esta actividad. Por ello, proponemos una serie de medidas que ayuden a paliar el efecto negativo de la abolición de la tauromaquia, con la aplicación de medidas progresivas, tales como:
Como primer e inmediato paso prohibir infligir la muerte o heridas al animal en los espectáculos en cuestión. Con independencia de que progresivamente se vayan eliminando este tipo de eventos.
Invertir en la promoción de otras actividades culturales, como lo son las artes escénicas, musicales, cinematográficas, etc. Proponemos la realización de unos presupuestos que realmente fomenten otros empleos culturales que enriquezcan las culturas de Europa.
Ir reduciendo las ayudas públicas, tanto estatales, autonómicas y municipales, hasta su supresión total de una manera correlativa a la posibilidad de integrar a sus empleados en otras posibilidades del mercado laboral. De esta forma, habría que estudiar la supresión del plan PENTAURO y su mandato de financiación.
Apostar en producciones ganaderas sostenibles y respetuosas con el medio ambiente, para crear trabajos alternativos.
Invertir en educación para una progresiva concienciación en el respeto a la vida animal.
Limitar el horario de transmisión del toreo a horas de baja audiencia, sin permitir que exista en horario infantil. Tenemos que hacer esfuerzos para que la ausencia de demanda implique la ausencia de oferta de estas retransmisiones.
Trabajar a nivel nacional para que los animales sean considerados como seres sensibles en los códigos civiles y adecuar los códigos legales para que no excluyan los toros utilizados en las corridas de toros.
No promover la realización o promoción de esta práctica en otros países.
Asegurar que las instituciones públicas cuenten con los mecanismos accesibles y transparentes para que se pueda rastrear cualquier apoyo económico al sector taurino.
Establecer la abolición de la práctica en Europa, y en el mundo, con un objetivo colectivo a través de las medidas anteriores.
Restringir plenamente a los niños y adolescentes en eventos (públicos y privados) relacionados con las corridas de toros.
Incluir la regulación genérica de otros aspectos similares con políticas generales relativas al maltrato: peleas de gallos (Canarias), caza de especies protegidas, circos con animales, etc. De este modo, lo ideal sería desarrollar políticas “contra el maltrato animal” en general.
Armonizar con la siguiente Política Agraria Común todos estos aspectos. De forma que gradualmente supriman las ayudas a estos sectores y sean destinadas a otras áreas para que creen más empleos.