El avance inevitable del globalismo
Hace ya más de quince años de mi Erasmus en Florencia, de aquellos días conservo recuerdos y amistades. Una de las personas que más caló en mí fue un portugués un año menor que yo que convivía en aquella locura de piso. A día de hoy lo sigo considerando una de las personas más inteligentes que la vida ha puesto en mi camino. Políglota, incisivo, sociable, curioso… como digo, una persona increíble.